Antes de empezar a publicar, había que tener una casa para darle techo al proyecto.

Si quería sacar 10 libros en 13 meses, tendría que aprender a hacer los libros, entender de diseño editorial, de la labor de creación y conceptualización de un libro como concepto de edición, de resoluciones de imagen, de maquetación, tipografías, papeles, formatos digitales... todo en medio de escribir, corregir, planear, operar las finanzas, vivir con intensidad, presentar los libros, hacer las relaciones y también de vivir.

El azaroso inicio de una aventura monumental

Todo comenzó orgánicamente, mi amigo Abraham, dueño de una imprenta en un barrio del Centro de Puebla, me dijo que él me iba a hacer mi libro sin costo. Ahí se planteó inmediatamente la  la aventura editorial. Pero no con esa claridad, primero me emocioné, iba a publicar mi libro, el primero hecho por mí, esto me daba la libertad del proceso editorial que buscaba.

Pero tenía muy poca idea, fui muy ingenuo y muy pronto quemé el presupuesto que tenía, pero el destino tenía una puerta gigante por abrirse cuando fui invitado por mi colega Érika Pérez a desarrollar un proyecto de edición de audios para un incríble libro en lenguas indígenas de la región de Puebla. Así me vi, editando junto con un grupo de amigos profesionales, cientos de audios en Mixteco, Náhuatl, Ñhahñú, Totonaco y Unomás.

Así que trabajando jornadas interminables donde estábamos editando una lengua que no entendíamos con una guía que era difícil de seguir. Pero todo valió la pena pues al final tuve suficiente combustible para mi aventura poética, o al menos eso pensaba, ingenuamente.

El desafío de vivir sumado a escribir diez libros

Con vivir no me refiero a cualquier cosa, mi vida iba a la velocidad de un avión transoceánico. Además tenía a mi equipo de Fifa ultimate team a quienes conseguí llevar ese año a la división tres. También cantaba, aprendía canciones, componía, me desenamoraba y me comenzaba a enamorar, viajé, perdí mi memoria USB, me puse a hacer dos libros más, uno para Javier Acuña, mi gran amigo con quien inicié la Old School Collection quien se despidió de este mundo en pleno apogeo del proyecto. El otro fue una antología de los poetas del Premio Navachiste que celebraba 25 años.

Nace un proyecto más grande que yo

Así que no tuve opción que fundar una casa editorial que me permitiera sacar mis libros, darles un hogar que los contuviera, que fuera su respaldo, que abriera puertas para sacar cuantos libros quisiera para mí y mejor aún, que pudiera ayudarle a mis colegas autores a lograr lo mismo.

De esa manera integré mis recursos para fundar Mandrápagos Publishing cuyo trabajo editorial posterior a su nacimiento ha sido de un total de 20 libros editados, de los cuales, 9 son de mi autoría.

Era momento de hacer el recuento objetivo

Valió cada segundo, viví con pasión los días más intensos de mi vida, con camaradería, buen estado físico, dinero, creación, romance, libertad, charlas, trabajo en equipo, aprendizaje, viajes, asombro. Sólo puedo agradecer a toda persona y circunstancia que me permitió este milagro personal que aún saboreo con interminable alborozo.

El Proyecto En Fotos

Los libros me dieron amor, amigos, comida, inspiración, dinero, romance, placer, épica, respeto, solidaridad, cariño, sentido, propósito.

LOS DATOS DUROS

personas que me sostuvieron y apoyaron con todo

El corazón del Proyecto

Profesionales del diseño

Sin ellos, imposible!